Chapecoense inicia un nuevo sueño ante Zulia en la Copa Libertadores

Hay partidos de fútbol que trascienden los goles y los tres puntos en juego. El de este martes entre Chapecoense y Zulia por la Copa Libertadores-2017, en Venezuela, marca el regreso del equipo brasileño al escenario internacional tras la tragedia aérea del año pasado.

Cuando suene el pitazo inicial en el estadio Pachencho Romero, Chapecoense iniciará un nuevo sueño, esta vez debutando en la Libertadores, desafío que asume como un homenaje a los héroes eternizados con el campeonato de la Copa Sudamericana-2016 luego del accidente del 28 de noviembre.

"Vamos a dar el máximo para dejar orgullosos a los compañeros que están en el cielo", dijo en la madrugada del lunes, tras aterrizar en la ciudad de Maracaibo (noroeste), el delantero Tulio de Melo, una de las contrataciones de Chapecoense con vistas al torneo continental.

El club hizo 22 fichajes, pues 19 jugadores y el anterior técnico, Caio Junior, murieron en el accidente que le costó la vida a 71 de los 77 ocupantes del avión chárter que transportaba al equipo a Medellín para enfrentar al colombiano Atlético Nacional en la final de la Copa Sudamericana.

Su rival le cedió el trofeo luego del suceso, como una muestra de solidaridad.

El nuevo entrenador de Chapecoense, Vagner Mancini, tiene la difícil misión de hacer reverdecer la alegría tras el luto. El reto, según dijo a la prensa brasileña, es "recordar a todos" los fallecidos "jugando bien al fútbol".

Consciente de que los focos estarán puestos en el 'Chape', Zulia aguarda con respeto y centrado en su propio juego.

"Fue una tragedia lamentable, pero ellos van a venir a hacer su partido y no podemos entrar al campo pensando en lo que pasó, porque entonces nos van a pasar por encima", apuntó el capitán de los petroleros, Juan Arango, tras los entrenamientos matutinos del lunes.

Chapecoense y Zulia comparten el Grupo 7 con el argentino Lanús y el uruguayo Nacional.

- Recuerdos imborrables -

Chapecoense jugaba en 2009 en la cuarta división en Brasil y comenzó un imparable ascenso que lo llevó a primera división en 2013 y a la gloria en la Copa Sudamericana, pese al duro final que tuvo su aventura.

Sus jugadores dejaron imborrables recuerdos.

Renny Vega, portero del Zulia con larga experiencia en la selección venezolana, guarda en la memoria los grandes momentos que firmó Renato bajo los tres palos del humilde conjunto radicado en Chapecó, en el sur de Brasil.

"Uno de los mejores arqueros que había en la Sudamericana era Renato. Yo lo seguí mucho y lo recuerdo mucho", declaró el guardameta a la AFP.

Millones de aficionados al fútbol, como Vega, tienen impresas en la mente imágenes del increíble paso del Chapecoense del ostracismo a la leyenda. En choques como el de este martes, es imposible evitar que vuelvan con fuerza.

Por ello, el partido "va a paralizar a medio mundo futbolístico", afirma Vega.

- Otros protagonistas -

Dos de los integrantes del plantel de Chapecoense de 2016, Moisés Ribeiro y Nenén, están en la convocatoria de Mancini para el enfrentamiento con el Zulia.

Sufrieron a distancia por lo sucedido con sus compañeros y ahora tienen la oportunidad de honrarlos en la Copa Libertadores.

Rodeados por otros protagonistas, han empezado a dar forma a nuevos sueños desde que Chapecoense retornó a las canchas el pasado 21 de enero en un amistoso contra Palmeiras en el Arena Condá.

Artur Moraes defiende el arco que tan bien custodió Renato, piezas como Andrei Girotto, Arthur y Niltinho lanzan la ofensiva del equipo, y Wellington Paulista está llamado a aportar los goles que sostengan el futuro.

"Tenemos mucho potencial, tenemos muchas ambiciones y, siempre mirando al frente, vamos a intentar llegar lo más lejos posible en la Copa Libertadores", expresó Tulio de Melo.

El Zulia, en tanto, espera aportar brillo al regreso de Chapecoense. Tiene futbolistas de nivel para cumplir el objetivo, como el propio Arango -excapitán de la vinotinto-, quien regresó al fútbol venezolano tras 16 años en México, España, Alemania y Estados Unidos.

Llega el día. Llega la hora de soñar.