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RCN y Antena 2 con las Supercampeonas de Fundación, Magdalena

El 60% de las jovencitas que están en este rango de edad ya son mamás

“Aquí trabajamos con amor, por los niños, niñas y adolescentes de Colombia”, es la despedida que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar le da a quienes visitan el municipio de Fundación, una tierra vigilada desde el cielo por 33 angelitos que partieron antes de tiempo a una mejor vida pero que, a su vez, estaban destinados a cumplir una misión de mucho más impacto por los demás niños y niñas que quedan allí en su lugar natal; interceder para que proyectos como SúperCampeonas aterrizaran en Fundación para proteger el futuro de nuestro país.

Y es que Fundación no es sólo una tierra enmarcada por diversos contrastes de colores, paisajes y arquitectura, sino también un espacio en el que paso a paso que allí se camina hay miles de historias por escuchar, un sin número de colombianos con algo por contar y llenos de situaciones que han marcado sus vidas para siempre. Por ello, luego de conocer sólo una parte de lo mucho que allí sucede es más que necesario afirmar que en buena hora el ICBF en compañía de la Fundación Paíz Pazífico llegó al lugar indicado, en el momento preciso y con el proyecto exacto para la población infantil de esta zona. Un grupo de niñas que hasta el momento no contaban con actividades de sano esparcimiento, aquellas que llamaran no sólo su atención sino también la de sus grupos familiares, hasta tal punto que se pudo conocer la historia de las madres de las integrantes del grupo de porras quienes están motivadas a conformar un equipo entre ellas con el fin de ejecutar la misma actividad deportiva y llevarla a cabo de la mano con sus hijas.

Pero no son sólo las historias personales de sus habitantes lo que conmueve y motiva, a su vez, a trabajar por Fundación, pues las cifras oficiales que allí se manejan con respecto al índice de embarazos en niñas entre los 14 y 17 años son desgarradoras; el 60% de las jovencitas que están en este rango de edad ya son mamás pero, lo más preocupante de la situación es que el 51% son madres cabeza de familia. Entonces, surge la duda de cómo una niña que debería estar inmersa entre muñecas de trapo, juguetes, colores y viviendo en un mundo de fantasía se deben enfrentar a una realidad tan fuerte, complicada y de mucha responsabilidad como lo es el cambiar pañales, alimentar un bebé, abandonar sus estudios y asumir un rol para el que aún no estaba preparada?

Resulta difícil asimilar una realidad como ésta, y más cuando las directamente implicadas son las niñas de nuestro país. Pero, lo más complicado de la situación es que este fenómeno se está incrementando fuertemente, con el agregado de la prostitución infantil, la cual, según medios de comunicación locales, habitantes de la zona y conocedores de la situación, en gran parte se debe al fuerte impacto que tiene el desplazamiento sobre este municipio, pues después de Santa Marta, es el lugar elegido por esta población para aterrizar e iniciar un nuevo proyecto de vida. Planes que quizás no son los esperados por la falta de oportunidades, razón por la cual recurren al ocio como puerta de escape.

Es así como uno de los parques más concurridos del lugar adopta el nombre del “Parque de los varados”, pues todo aquel que no tiene ninguna actividad para ejercer se reúne allí para pasar el día entre juegos de mesa y azar, buscando persuadir a cuanta jovencita camina por allí a que ceda a cualquiera de sus peticiones a cambio de mínimas cifras de dinero; pero cuando no hay nada para comer en casa, es la opción más favorable con tal de poder acceder a un bocado para ella y toda su familia.

Con todo esto y lo mucho que queda por contar es evidente por qué no se debe bajar la cabeza ni escatimar esfuerzos a la hora de trabajar por esta y muchas poblaciones más. Las niñas y niños de Colombia necesitan más de estas iniciativas, requieren que las miradas y la atención se vuelquen sobre ellos y que las manos permanezcan extendidas para impulsarlos a andar por el camino correcto; un trayecto colmado de oportunidades, de beneficios y apoyo sincero para que desde el presente se pueda tejer y labrar el futuro con el que Colombia entera sueña y del cual se habla con mucho énfasis aun cuando la importancia se le debe dar al hoy, al ahora, al presente que se vive y del cual se desprenderá todo aquello que está por venir.

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