Cargando contenido

Caterine Ibargüen y su jornada inolvidable

Su mejor registro fue de 15.17 y con ese tiempo se ganó la medalla de oro.

Este día fue inolvidable para Colombia, porque gracias al oro conquistado por Caterine Ibargüen en el salto triple, segundo en estos Juegos Olímpicos, se superó en medallas de oro y en las posiciones generales por países, lo conquistado en Londres 2012, cuando aún quedan siete días de competencias.

Además, la épica actuación de la atleta antioqueña cierra un día glorioso que había abierto el boxeador Yuberjen Martínez hacia el mediodía, con la conquista de su medalla de plata, en los 48 kilogramos, lo que elevó a cuatro preseas la conquista nacional en estos Juegos, luego del oro de Oscar Figueroa, en pesas, y Yuri Alvear, en judo.

Estadio lleno. 45.000 personas observando. El principal objetivo para ver era Usain Bolt. Se corría la prueba reina del atletismo, los 100 metros planos, pero al mismo tiempo, toda Colombia estaba expectante, algunos también por el jamaiquino, pero los más de 40 millones de colombianos esperaban el triple salto de la morocha que cautiva con su sonrisa.

En la víspera, la ‘negra’ había saltado con autoridad. Con un solo salto en la clasificación, de 14 metros con 51 centímetros, se instaló en la final, mientras otras rivales buscaban un cupo entre las 12 finalistas, entre el grupo que buscaría un lugar en el podio, aunque todas sabían que ella ya tenía un escalón por delante de todas. Era la favorita natural. Es la mejor del mundo, actual bicampeona orbital.

Una docena de atletas se presentaron para la final. Todas debían saltar y la última en hacerlo era ella. La favorita. La número uno del mundo. El sistema de competencia ordena tres saltos iniciales y cuando todas cumplen con esa cifra, hacen un corte. Cuatro quedan afuera y ocho entran a la disputa por las medallas, con tres saltos más, para seis en total.

Una a una fueron saltando. El primer gran registro fue de la estadounidense Keturah Orji, con 14 metros y 71 centímetros. Pero su saltó lo bajó la campeona olímpica de Londres, la kazaja Olga Rypakova. Y el tercer registro de la primera ronda de saltos fue para la colombiana, quien tuvo que esperar una semifinal paralela de Usain Bolt para emprender su carrera al salto. Una distancia de 14,65 metros la puso en la pelea por las medallas.

La segunda rueda no fue buena para sus rivales. Rypakova hizo 14,49 y Orji tuvo salto nulo. Eso lo aprovechó la antioqueña, que dio el primer golpe de autoridad, superó la barrera de los 15 metros por segunda vez en la temporada, saltó 15,03 y pasó a liderar la competencia. Se empezó a ganar el oro, cuando se venía el corte para seleccionar a las ocho mejores.

En el tercer intento de las 12, la que sacó chapa para estar en el podio fue la venezolana Yulimar Rojas, quien saltó 14,87 y pasó a escoltar a la hija de Apartadó. Rypakova hizo 14,52 y seguía tercera. La dueña de la sonrisa más famosa de Colombia fue la encargada de cerrar el corte con un 14,38, pero el 15,03 seguía mandando la parada.

A la final para los últimos tres saltos clasificaron la griega Paraskevi Papahristou, la israelí Nanna Knyazyeva, la portuguesa Patricia Mamona, la jamaiquina Kimberly Williams, la estadounidense Keturah Orji, la kazaja Olga Rypakova, la venezolana Yulimar Rojas y la bicampeona mundial colombiana, Caterine Ibargüen.

El cuarto salto, para las ocho finalistas comenzó con brincos normales, en el promedio de los tres iniciales, hasta que llegó el turno de Yulimar, la venezolana presionó a la colombiana porque saltó 14 metros con 98 centímetros y como estar bajo presión es la mejor motivación para la paisa, el oro se acercó aún más porque su salto marcó 15 metros y 17 centímetros, la mejor marca de la temporada en el triple salto.

Para el quinto intento, de la cuarta  a la octava todo siguió sin novedades y siempre se esperaban a las tres mejores: Rypakova, Rojas e Ibargüen. La kazaja mejoró un centímetro su marca: 14,74 metros. La venezolana se reportó con 14,66 y la colombiana mostró una gran performance con 14,76. Tres veces había superado el mejor registro de la defensora de la medalla de oro, Olga Rypakova.

Y el salto final llegó. Las cinco primeras en hacerlo, como fue costumbre, no la pusieron en riesgo. Rypakova no superó su mejor marca, por lo que se quedó con el bronce y dejó el duelo entre la venezolana y la colombiana. Yulimar Rojas saltó 14,95 y con ese resultado Caterine ya era oro. Ya era campeona olímpica, con un salto por cumplir.

Caterine tomó carrera, todo el estadio la observaba, mientras aguardaban por la salida de Bolt y compañía. La negra levantó sus brazos, empezó a aplaudir y todo el estadio la acompañó, en medio de las palmas emprendió la carrera, zancada tras zancada el público hizo más ruido, llegó a la tabla de batida, pisó en el espacio permitido, dio el primer salto, luego el segundo y en el tercero voló por la gloria, voló por el oro, registró 14,80 metros y con el 15,17 del cuarto intento se colgó la medalla. Se convirtió en la reina del atletismo colombiano.

Una vez más Caterine demostró que es la mejor del mundo. Completó un ciclo olímpico perfecto, con dos títulos mundiales, tres coronas de la Liga Diamante, oro en los Juegos Centroamericanos Veracruz-2014, oro en los Juegos Panamericanos Toronto-2015 y oro en los Juegos Olímpicos Rio-2016. No hay duda, es la mejor del mundo y es colombiana.

En esta nota