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Manzanares y “Balsero” lo mejor de la tercera de feria en Cali

Con encierro noble y de muchas posibilidades para el torero, de la ganadería de Las Ventas del Espíritu Santo, José María Manzanares deleitó con su arte a los asistentes a Cañaveralejo que llenaron los tendidos y que lo vieron salir a hombros, tras cortar dos orejas. El toro “Balsero”, una maravilla envuelta en emoción por su bravura.

Resultado de la tercera de feria en Cali:

Lleno en los tendidos, tarde de 30° de temperatura
Toros de Las Ventas del Espíritu Santo, desiguales de presentación y juego, pero con mucha nobleza y destacados tres, uno de ellos “Balsero”, bonito de hechuras, noble, de templada embestida que planeó, siempre acudió humillado y fue a más, lo mismo que “Pamplonica”, premiado con la vuelta al ruedo.

David Fandila “El Fandi”, vuelta al ruedo con fuerte petición de oreja y bronca a la presidencia por no concederla y una oreja
José María Manzanares, palmas, tras aviso y dos orejas
Luís Bolívar, silencio y silencio.

Cañaveralejo volvió a lucir bella como en otros tiempos en que se llenaban los tendidos. Esta tarde fue así, lleno y una tarde de sol decembrino que soportaron los aficionados, solo por ver el cartel con el que se conmemoraron los 56 años de la copa champañera.

Que torerazo es José María Manzanares, al punto que uno pasa de largo sobre el criterio para juzgar el toro que tiene en frente, es decir, no importa si es grande o chico, largo o corto, viejo o joven, alto o bajito, porque no es sino esperar a que este cumpla con su cometido de embestir con bravura y comienza la emoción del arte hecha persona.

Que duda cave que con Manzanares muleta en mano, se confirma aquello de que los toros son arte, efímero si se quiere, pero al fin y al cabo arte, impreso en la retina de quienes le vieron y que se esfuma como las esculturas de humo que se desvanecen en las obras de Giovanni Papini.

Plasticidad, estética y buena técnica, resumen los detalles intrínsecos en la obra torera de Manzanares en la ciudad de Cali.

“El Fandi”, de contextura más delgada, más fina, prendió el entusiasmo de los asistentes a Cañaveralejo, rompiendo el hielo de abrir plaza, con una variada actuación, ante el mejor toro de la corrida y de lo que va de feria en Cali. “Blasero” merece todos los honores, por bravo, noble, por hacer honor a su raza de ser una maravilla de la naturaleza, de acometer como solo lo saben hacer los descendientes  del Bos Taurus Ibéricus. ¡Enhorabuena!  Ganadero Rincón, por hacernos emocionar con éste toro y otros del encierro. Por momentos nos quedó debiendo el Granadino.

Luís Bolívar lo puso todo. Su entrega no tiene fisuras ni discusión, solo que a contrario de sus compañeros de terna, no tuvo materia para triunfar, pero esto es así y por eso lo del sorteo, donde comienzan a jugarse la suerte los toreros previo a la corrida y no fue la tarde de suerte, en ese sentido, para el colombiano que se fue de vacío, porque también hay que decirlo, Bolívar nos ha dado tardes importantes de triunfos y alegrías. Creo toreo que otro día será el de lucirse en el ruedo en el que usted dio los primeros muletazos de su vida.

El palco presidencial de Cañaveralejo errático y desorientado, una veces sí, otras no y no es que no se pueda equivocar, lo que se ha notado es la ausencia de criterio y dañado o descompuesto el instrumento de juzgamiento.

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