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Terry, Barea y Kidd reivindican el valor de los "bases" ante los "Big Three"

La combinación de los hombres bajos encabezados por el escolta reserva Jason Terry, el base puertorriqueño José Juan Barea y el veterano Jason Kidd, que puso en pista el entrenador de los Mavericks de Dallas, Rick Carlisle.

Fue una de las claves que permitió a su equipo ganar por 112-103 ante los Heat de Miami en el cuarto partido de las Finales de la NBA. Que el ala-pívot alemán Dirk Nowitzki anotase 29 puntos entra dentro de lo normal, como la figura del equipo que es, pero que Terry, Barea y Kidd hiciesen una aportación conjunta de 42 tantos, incluidos 10 triples, dos decisivos en los últimos 10 minutos, se convirtió en una de las claves que permitió a los Mavericks lograr el triunfo. Terry, que anotó 21 puntos, no sólo fue el segundo máximo encestador con 21 puntos, sino que además también anuló al alero LeBron James en los momentos decisivos al evitar que anotase en los tres últimos intentos que hizo en el cuarto periodo. Pero además volvió a ser el líder que motivó a sus compañeros para que en los momentos complicados del cuarto periodo pudiesen remontar una vez más. "Somos un equipo muy luchador y eso lo deben saber nuestros rivales", declaró Terry. "Hemos mantenido largas batallas durante la fase final y estamos preparados para llegar hasta la última y definitiva". Terry dijo que era el momento de que los Mavericks lograsen el título de liga que todavía no tienen. "Me siento fenomenal, y estuve en ritmo toda la noche", valoró Terry de su actuación individual en el cuarto partido. "Salí más agresivo y será algo que debo continuar, aunque no estamos satisfechos con la defensa. Al final logramos superar los 100 puntos gracias al buen ataque que aportamos". Por su parte, Barea, que ha salido de titular en los dos últimos partidos ganados por los Mavericks, reconoció que tuvo su mejor actuación individual y eso le permitió aportar 17 puntos y repartir cinco asistencias. "Creo que nuestra rapidez en el juego de transición nos ayudó a superar a los Heat en los momentos decisivos", comentó Barea. "Siempre estoy listo para jugar tanto de reserva como de titular". El veterano Kidd, con menos de dos minutos por jugarse y después de que Nowitzki había conseguido la ventaja parcial de 102-100, respondió con un triple que iba a romper por completo la moral a los Heat, que ya no pudieron reaccionar para forzar la prórroga. "Todos hicimos una excelente labor en el cuarto periodo cuando mejoramos nuestra defensa y en el ataque las cosas también nos fueron mucho mejor", declaró Kidd. "Tenemos la ventaja en la serie, pero nos falta el triunfo más importante, que es el cuarto". Carlisle, que ha sorprendido a Erik Spoelstra, el entrenador de los Heat, con la buena utilización que ha hecho de Terry, Barea y Kidd, reconoció que supieron ajustar algunas cosas en defensa y que el ritmo del partido cayó de su lado en los momentos decisivos. "Hicimos buenas cosas en defensa, que nos permitieron anotar más puntos y al final también tuvimos mayor consistencia en las acciones de equipo", valoró Carlisle. "Ahora nos queda lo más difícil lograr en Miami la victoria que necesitamos". Por su parte, el escolta Dwyane Wade, que aportó 23 puntos para ser el líder de los Heat, no quiso justificar los fallos finales con las molestias que sintió en la cadera tras un choque con un jugador de los Mavericks. "No era el momento de retirarme, tenía que seguir luchando en el campo porque son las Finales", comentó Wade. "Hemos perdido el partido, pero no la eliminatoria. El mismo sentir mostró el ala-pívot Chris Bosh, que dijo que la única perspectiva que tenían que asumir es que siguen con la ventaja de campo. "Luchamos toda la temporada para conseguirla y ahora lo que tenemos que hacer es aplicarla cuando volvamos a nuestro campo", comentó Bosh, un nativo de Dallas. James, que siguió sin estar acertado en los momentos decisivos del cuarto periodo, a pesar de lograr un triple doble de 17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, no pudo ver reflejado en el marcador final con un triunfo lo que había escrito a través de su Twitter, del "ahora o nunca". Además, las estadísticas comienzan a mostrar, al menos durante las Finales de la NBA, que cuando los tres "Big Three" se encuentran juntos en el campo, el equipo baja su rendimiento. "Ahora sólo tenemos que pensar en el sexto partido del domingo y luego veremos a ver lo que pasa", comentó James. "Ellos hicieron bien el trabajo en su campo y lo mismo sucederá con nosotros cuando el domingo estemos en el American Airlines Arena y sintamos el apoyo de nuestros seguidores"
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