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El toreo mundial como una piña entorno a Bogotá

Como un caso excepcional y casi único, las figuras del toreo mundial, se hicieron presentes en la capital colombiana, Bogotá, frente a la plaza de toros de Santamaría, hoy cerrada por un absurdo dictatorial, manifestación culta, altiva y decente.

Este 12 de noviembre pasará a la historia en Colombia, como el día en el que se reivindicó la libertad y los derechos fundamentales a la libre determinación y desarrollo de la personalidad.

Fue una manifestación pacifica, culta, altiva, elegante, decente, sin una voz estridente, sin papas explosivas, sin violencia, solo rasgado el aire por los acordes de los pasodobles de la sensacional banda de músicos de la plaza de Santamaría.

Y vinieron las figuras del toreo mundial, Curro Vásquez, César Rincón, Julián López “El Juli”, Miguel Ángel Perera, Sebastián Castella, José María Manzanares, Juan José Padilla, Alejandro Talavante, Iván Fandiño, Miguel Abellán, Manuel Escribano, los mexicanos Diego Silveti, Octavio García “Payo” y todos los toreros colombianos.

Un acto como éste no lo vivió Barcelona, cuando la Genaralite catalana decidió acabar con las corridas de toros. Ahora la solidaridad se hizo presente y todo el toreo mundial, unidos como una piña, hicieron frente común alrededor de la infame situación por la que pasa Bogotá.

El periodista Antonio Caballero redactó el manifiesto con el que se cerró el acto, leído por el periodista Guillermo Rodríguez, manifiesto que como lo planteó desde un principio el maestro César Rincón, líder de ésta causa, trató sobre la libertad y la necesidad para que se abra la plaza de toros de Santamaría.

El presentador y moderador del acto fue el periodista Iván Parra, quien le dio la bienvenida a todos los medios de comunicación que cubrieron el plantón.

El maestro César Rincón emocionado, con lágrimas y autor de ésta sólida manifestación, se expresó templado y ajustado, como en sus mejores momentos en el ruedo.

Una gran cita se cumplió en la explanada de la plaza de Santamaría de Bogotá, solo se espera que tozudez, el odio y la dictadura caigan y se abran las puertas de la primera plaza de Colombia.

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