¿En qué radica el encanto de México para los españoles?

Expresa un empresario de una plaza de toros en América: “Este año traeré a Talavante, a Morante, a Pablo Hermoso de Mendoza, a “El Juli” a Manzanares para la feria, voy a contactar a su apoderado, al de siempre”. Responde su contertulio, “un segundito, recuerde que todas esas figuras para torear en nuestra plaza, deben ser contratadas por México” ¿cómo? Si, por México. Pero no entiendo, dice el empresario ¿acaso no debo llamar a Matilla, a Chopera, a Antonio Barrera, a Curro Vásquez a Luís Manuel Lozano?.

Es curioso el auge y el apego que sienten los españoles por México taurino, se enamoran allí, importan del país manito su comida y montan en la tierra del jamón, restaurantes de tacos y chiles mexicanos, visten en festivales taurinos, el atuendo típico de charro mexicano y hasta la publicidad, se ordena desde empresas en le país centroamericano.

Se sabe de lo buenos anfitriones que son los mexicanos, gente cordial, alegre, culta que desde hace tiempo, abrieron sus puertas, a pesar del histórico Veto, a los toreros españoles. Recordemos la cercanía a México de Manolete, Luís Miguel Dominguín, Paco Camino, “El Niño de la Capea, Antonio José Galán, entre otros.

En la actualidad llama la atención como lo citamos líneas arriba que antiguamente Manolete o Luís Miguel Dominguin o El Capea o Manzanares padre o Dámaso González, Paquirri o Julio Robles o el mismo Roberto Domínguez, llegaban a otros países taurinos que no fueran México y por lo menos pernoctaban una noche en cada una de las ciudades donde actuaban, después de la corrida bajaban al restaurante a cenar y el público los veía, se tomaban fotos con ellos, un breve diálogo se intercambiaba, dos palabras para los periodistas, quienes al día siguiente con orgullo y gusto, replicaban las palabras del matador en las emisoras o en los diarios de la ciudad. ¡HOY NO!, el picador de turno se despide respetuosamente del palco presidencial en el último toro y el apoderado está ahí mismo, dando la orden a los pilotos del avión privado que está en el aeropuerto, para  que encienda motores que el matador ya sale, para partir de inmediato para México.

En México los españoles son recibidos con lujos, los transportan en aviones privados, fijan o establecen como campamento principal al país Centroamericano para su gira americana y hasta sus apoderados cambian, ya no son los tradicionales europeos que los acompañaron durante el año, sino aquellos que al otro lado del teléfono contestan “Bueno?, órale”?.

Se conoce  que el torero Morante de la Puebla trasladó su bello bues denominado “Tour Morante”, a territorio Azteca. Sí, se lo llevó para México para promocionar la fiesta y su imagen.

Algunos toreros españoles ya tienen Rancho en territorio mexicano, otros mexicanos son apoderados por españoles que son tan celosos y exigentes para llevar toreros que no sean de su país. Recientemente Pablo Lozano (hijo) apoderando a Juan Pablo Sánchez, ahora la casa Ruiz Palomares, llevando al matador Saldivar.

Ese puente entre México y España se construyó de doble vía, pues en reciprosité a las atenciones recibidas, algunos de los españoles se la juegan por los mexicanos en las principales ferias que se realizan en la Península Ibérica. ¿De cuando acá se había visto a seis mexicanos anunciados en la primera plaza del mundo Las Ventas de Madrid, en su feria de San Isidro?; se comenta que incluso algunos españoles se han distanciado de empresarios dizque porque no acataron su llamado y sugerencia, de acartelar a mexicanos en su feria.

También las noticias informan de la compra que hicieron acaudalados mexicanos de emblemáticas ganaderías españolas como Zalduendo y Los Guateles y muy seguramente irán por más.

¡Qué hay de tras de éste declarado amor! entre españoles y mexicanos? ¿Jugosos negocios?¿mucho dinero?¿un reconocimiento de las culturas de un lado u otro del Atlántico?..No lo sé, lo cierto es que está funcionando.