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Joselito a hombros en su tarde

Cuatro orejas y un rabo fueron el saldo de su tarde, la que anunció en febrero y la que todos, desde aquellos días esperaban o quizás desde hace diez años cuando Joselito, en Zaragoza y por segunda vez, decidió poner fin a su carrera.

Joselito, de momento, decidió volver una sola tarde para sentir el miedo, la responsabilidad, el traje de luces y disfrutar.  Por ahora, el torero de leyenda ilusionó a todos.

La ciudad de Istres, fue la plaza francesa afortunada en la  que Joselito alternó con Morante de la puebla y  Cayetano Ortiz  que tomó la alternativa. Una tarde en la que todos quedaron con ganas de que Joselito ponga puntos suspensivos a una tarde de punto y aparte, por ahora, en su trayectoria.

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