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La buena corrida de Ernesto González y la sabiduría de César Rincón

Una tarde redonda de toros en Cañaveralejo, por lo completo en comportamiento de los toros del Dr Ernesto González que hicieron vibrar al público y lo impactante, por la rapidez y claridad con la que el maestro César Rincón vio, descifró y previó, las características de los toros en el micrófono de RCN.

La corrida en Cali fue una de esas que hacen afición, de esas en las que el público no se quiere ir de la plaza, de esas en las que al final, sin protagonistas en el ruedo, dejan escuchar el murmullo de los comentarios de la gente en el tendido, opinando sobre los detalles de lo visto.

Triunfaron el rejoneador Diego Ventura con dos orejas cortadas y a hombros, Miguel Ángel Perera con dos orejas cortadas, en el toro de regalo y a hombros, el colombiano Luís Bolívar con dos orejas cortadas y a hombros y el Médico Ernesto González Caicedo, como ganadero y criador de magníficos toros llenos de nobleza, bondad y buenas condiciones para realizar un toreo suave, templado, artístico, de mano baja, de recorrido amplio, de ver partir plaza de un extremo a otro y de llevarse los aplausos del juez supremo en el arrastre.

Aquí se juntó lo que es casi imposible, bravura con buen toreo, lo que esperamos todas las tardes y que es tan esquivo, como cuando esperamos asomarnos al cielo para ver una estrella fugaz.

Pero para quienes nacimos en los toros, nos criamos asistiendo a corridas y todo el día hablamos de ellos, lo que si resulta impresionante es tener al lado a un sabio de toros, a una persona que con la difícil facilidad como con la que toreó Perera en Cali, nos hace pensar por instantes que de esto entendemos que de esto sabemos.

Fue gratamente impactante como el maestro CESAR RNCÓN, desentrañó y contó toro a toro en el micrófono de RCN, previo al desenvolvimiento de las faenas, cómo iba a ser cada ejemplar, momentos antes de que el matador tomara la muleta, solo con ver salir al toro, cómo miraba, como galopaba, cómo remataba. Ahí está la gracia y la grandeza del conocimiento de Rincón.

Lo más impresionante fue cuando César antes del inicio de la corrida triunfal, nos dijo a quienes integramos el staff taurino de RCN, “dejaron de sobrero a un toro que a mí particularmente me gusta, pues lo vi y reconocí sus hechuras, creo que si lo lidian, puede servir”. Dicho y hecho, fue el toro que regaló en séptimo lugar Miguel Ángel Perera, el cual le permitió ganar el corte de las dos orejas.

¿César por qué echaron para atrás ese toro y lo dejaron de sobrero? “Creo que porque tenía un poco de más pitoncitos”.   

César Rincón es un sabio de los toros y nos cuesta a veces reconocerlo, por eso fue un grande entre los grandes, ya con una muleta en las manos o un micrófono en las mismas.

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