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Las tres sentencias de Domingo Ortega

En el toreo, largo es el recorrido de las anécdotas, curiosidades y frases que han pasado a la historia. La que ocupa este hueco tiene como protagonista a uno de los toreros más poderosos de todos los tiempos.

"Ustedes, aficionados, a poco que recuerden, habrán visto muchas veces en las corridas de toros faenas de veinte, treinta, cuarenta pases y el toro cada vez más entero... ¿Cómo es posible que con esa cantidad de pases aparentemente bellos para la gran parte del público, el toro no se haya sometido? La respuesta es muy sencilla: lo que ha ocurrido es que el torero ha estado dando pases, y dar pases no es lo mismo que torear".

"Parar, templar y mandar. A mi modo de ver, estos términos debieron completarse de esta forma: Parar, templar, cargar y mandar; pues posiblemente, si la palabra cargar hubiese ido unida a estas otras palabras desde el momento que nacieron las normas, no se hubiera desviado tanto el toreo. Claro que el autor de esta fórmula no pensó que fuese necesaria, porque debía saber muy bien que, sin cargar la suerte, no se puede mandar y, por tanto, en este término van incluidos las dos."

"En el toreo todo lo que no sea cargar la suerte no es torear sino destorear. Torear no es que el toro venga y usted se quede en la recta, eso es destorearr; pero si usted carga, echa el cuerpo hacia delante con la pierna contraria al lado por el que viene el toro obliga a torear, si no le coge; porque es un obstáculo que usted le pone delante.

 

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