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El clásico de Manchester terminó en trifulca

El City se quedo con el derby en casa del United.

El partido del morbo en Inglaterra lo protagonizaron los equipos de Manchester porque se editaba una nueva confrontación entre José Mourinho y Josep Guardiola.

En la cancha se sintió el frío invernal del viejo continente hasta que David Silva abrió el marcador en el minuto 43, Old Trafford se calentó, pero explotó de júbilo con el empate de Marcus Rashford sobre el final del primer tiempo. En el segundo tiempo, Nicolás Otamendi puso la bomba de tiempo en el minuto 54, lo que desató la euforia de los citizens al final del encuentro.

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Quien terminó por detonar la situación fue Mourinho cuando les pidió respeto y que bajarán el volumen de la música a los integrantes del City. Luego del reclamo de Ederson, el técnico del United recibió un botellazo y quedó empapado de agua y leche, a  lo que Lukaku respondió con otro botellazo que impacto en la cara de un miembro del cuerpo técnico de los visitantes.

Entre escupitajos e insultos, la policía intervino para detener la gresca en la que estuvieron involucradas al menos 20 personas entre jugadores y cuerpos técnicos. Sin embargo, ningún entrenador se refirió al hecho en la rueda de prensa posterior al partido.

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