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En Cali más de lo mismo

Terminó el ciclo de prefiria en la plaza de Cañaveralejo, con la preocupación de no tener, en el escalafón de toreros nacionales, alguien que se destaque. No sobresalió nadie, como tampoco en "Toros y Ciudad" en Manizales. Por eso todo termina siendo más de lo mismo.

No se trata de culpar a nadie, pero la verdad es que no se ve, no se observa a algún novillero o torero que despierte en Colombia, ilusión de que estamos en ciernes de una figura del toreo.

Los empresarios hacen esfuerzos y estructuran novilladas y corridas que permiten este análisis de cómo andamos en materia de artistas del toreo, los ganaderos prueban sus nuevos refrescamientos, los toreros se preuban en medio de la escases de oportunidades.

Ese es el otro tema y es que sin novilladas y sin corridas, es muy, pero muy difícil sacar toreros. Nuestros muchachos entrenan toreando al aire sin ver pitón que es lo que da sitio. Sin embargo, tampoco se observa aquel joven con condiciones excepcionales que nos indique que nació torero, como el caso de "El Juli" con 7 años o de Andrés Roca Rey con 8, sin torear mucho, pero cuando tomaban el capote o mecían la muleta, con los "yerros" propios de quien comienza, se les veía que llegarían muy lejos, o la misma historia más reciente, del venezolano Jesús Enrique Colombo o del jovencísimo matador extremeño Ginés Marín, o como cuando se realizaba el tentadero en la finca de "Nacional" en el que participaba el maestro Paco Camino y vio a César Rincón muy jovencito y sentenció "Este niño dará de que hablar, será un gran torero".
¿El torero nace o se hacen?

Pero de "Toros y Ciudad" en Manizales que ya lleva algo así como 13 versiones, no ha salido nadie, ni si quiera para banderillero, como tampoco de las preferias de Cali, donde los resultados son muy pobres, aparte de algún muletazo suelto de estimada ejecución, como tampoco del festival de verano en Bogotá, donde apuntaron Jerónimo Delgado "El Jero", Sebastián Reyter y Guillermo Valencia.

El año pasado, entre los festejos de Maizales y Cali, no se cortó una sola oreja, no se generó una sola noticia positiva de alguien que se hubiera destacado, si es que queremos dejar de lado los números de orejas cortadas, pero tampoco sobresalió nadie.

Colombia taurinamente no ha podido superar la generación de Pepe Cáceres, Jaime González "El Puno", Jorge Herrera, Enrique Calvo "El Cali", Jairo Antonio Castro, César Rincón y lo más preocupante, no se ve cercanamente a nadie que nos permita pensar que lo anterior lo podemos superar.

No sabe uno donde está el escollo que nos pueda llevar a cortar con ese círculo vicioso. Pero hay una realidad  ni de Cali, ni de Manizales, ni de Bogotá, hemos sacado un torero que se destaque en este siglo XXI.

Pero cabría hacernos algunas preguntas que nos llevaran a la reflexión: ¿Lo estamos haciendo bien?¿damos festejos por dar festejos?¿los muchachos tienen verdadera vocación torera?¿hacemos la selección adecuada?...

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