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En Manizales Leandro de Andalucía triunfador en jornada de emociones y Libertad

Concluyó en Manizales la miniferia de “Toros y Ciudad”, con tres novilladas y una corrida, de la que se alzó como mejor exponente de la torería, el joven Leandro de Andalucía, quien desde hace rato solicita mediante sus triunfos y buenas actuaciones, más oportunidades.

Fue una tarde de clima espectacular y lleno hasta las banderas, un día en que Manizales marchó por la libertad de la tauromaquia y se oyeron cada uno de los gritos exigiendo respeto a nuestras tradiciones.

Se lidió un encierro de la ganadería de Salento, de presentación variada y juego desigual, algunos con bastantes complicaciones.

Curro Martín, torero bogotano, lo llevó al caballo por gaoneras, allí el toro acudió de buena manera. Curro siempre se ha caracterizado por ser un torero artístico y a la vez luchador, fue muy meritoria su labor porque el toro se fue a menos. Pinchazo y estocada efectiva. Vuelta al ruedo.

Andrés de los Ríos, quien pechó con un toro peligroso, desclasado y que siempre llevó la cara arriba; motor tenía de sobra, pero no servía de nada porque era casi imposible torearlo. División de opiniones tras aviso.

Moreno Muñoz nacido en Bogotá fue uno de los novilleros más destacados de su época, y hoy conquistó al público de Manizales, estuvo muy templado, ligado y contundente. Estocada y excelente descabello, la presidencia tomó una muy mala decisión al negarle una oreja que pidió el público.

Juanito Ortíz, toreó bonito y ordenado, aun cuando su toro le presentaba dificultades, no transmitía y era desclasado. La faena tuvo varios momentos ligados y templados, faltó imprimir un poco más de emoción al inicio para que la gente se metiera más con él. Pinchazo. Silencio.

Leandro de Andalucía fue el quinto alternante, conectó fácilmente con los tendidos y a esto también contribuyó en picante del toro que aunque al final se vino a menos y se quería rajar; acudió siempre a la muleta. Leandro lo persiguió, no lo dejó irse a tablas y ejecutó unas buenas tandas por el pitón derecho, que era el más potable. Estocada completa. Una Oreja.

Camilo Pinilla, a quien desafortunadamente se le vio muy inseguro ante un toro caminador, soso y manso. La faena no tuvo transmisión y la afición se molestó. Fue complicadísimo para matarlo, desatento y huidizo. Pinchazo, 3/4 de espada y descabello. Palmas.

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