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Rompe Sevilla con un final histórico

Las últimas corridas de la feria de abril en Sevilla, permitieron un indulto de un toro de la ganadería de Victorino Martín, una faena rutilante, de ensueño de Morante de la Puebla y una salida a hombros por la puerta del Príncipe a cargo del pirata Juan José Padilla. No se puede pedir más.

Sevilla indultó a “Cobradiezmos”, un toro soñado para reproducir la bravura de una ganadería, en éste caso, la de Don Victorino Martín. Toro completísimo, de embestida humillada por ambos pitones y bravura a radiar, en tiempos en los que se impone el toro de muchas facilidades, con la calidad, por encima de la bravura. El ejemplar fue indultado por el diestro Manuel Escribano, a quien también hay que reconocerle que lo mostró, lo lidió correctamente y triunfó con el.

Morante de la Puebla, todo inspiración, todo creatividad e inventiva, realizó la faena de la feria. Portentoso, antológico y artista estuvo el de la Puebla del Río, quien volvió a sorprender a los sevillanos con su genialidad, lidiando los toros de Núñez del Civillo. En la lidia del cuarto cortó dos orejas y la plaza se enloqueció. En esta corrida resultó herido “El Juli” con una cornada de 15 cm, en el glúteo derecho y Roca Rey cortó una oreja.

Y un torero heterodoxo, pero querido y admirado como Juan José Padilla, abrió la anhelada puerta del Príncipe, al cortar las tres orejas reglamentarias en ésta plaza a sus oponentes de Fuente Ymbro . Sus compañeros Finito de Córdoba, silencio en ambos y El Fandi, una oreja.

Así las cosas, la feria de Sevilla está viviendo un final soñado, cargado de muchas cosas bellas de las que se nutre la tauromaquia: Indulto por la exposición de bravura, como debe ser; faenas llenas de torería y estética que le dan fundamento a éste arte; triunfos con orejas en las manos, buenos resultados que reflejan lo que la gente vive.

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