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Arnovis Dalmero obtuvo la medalla de bronce en el salto triple del Mundial Sub-18

La competencia se desarrolló en Nairobi (Kenia).

Solo un centímetro, 10 milímetros, le bastaron al cienaguero Arnovis de Jesús Dalmero para entrar en la historia del atletismo colombiano, al lograr la medalla de bronce en el salto triple del Campeonato Mundial Sub-18, que se lleva a cabo en Nairobi (Kenia).

El atleta colombiano logró una marca de 15,89 metros, con velocidad del viento de 0.7 m/s, para quedarse con el tercer lugar de la prueba, ganada por el cubano Jordan A Díaz, con 17,30, mientras que la medalla de plata la obtuvo el ecuatoriano Frixon David Chila, con 15,50 metros.

Arnovis Dalmero Mundial2017Dalmero, nacido en Ciénaga (Magdalena), el 23 de septiembre del 2000, tuvo un primer salto de 14,75 metros y posteriormente hizo 15,52, para cerrar a fase inicial con 15,89, que se convirtió en su mejor registro.

El cubano Yusniel Jorrín, literalmente, siempre estuvo pisándole los talones, porque en el cuarto hizo 15,88 metros, a solo un centímetro de Arnovis, y en el sexto marcó 15,87, mientras que el colombiano saltó 15,32 metros en el cuarto; 15,35 en el quinto, y cerró en el sexto con falta. 

Su registro, además, se convierte en récord nacional, al superar los 15,76 metros de Robin Mosquera, marca que estaba vigente desde el 2009.

El atleta costeño es dirigido por el profesor Martín Alonso Suárez, desde hace un año. Cuando llegó a sus manos saltaba 11,80 metros y en menos de 12 meses de trabajo lo llevó a sobrepasar la barrera de los 15 metros, que lo tienen hoy como el tercer medallista colombiano en la historia de los mundiales de menores. Los otros fueron Norma González, bronce en los 400 metros de Bydgoszcz (Polonia 1999), y Kenny Pérez, plata en los 10.000 m marcha de Lille (Francia 2011).

"Lo invité a que entrenara varias veces conmigo hasta que por fin se decidió, este joven cienaguero que tiene unas condicones increibles", contó el profesor Suárez, a quien le tocó improvisar un foso de arena hecho a mano, y una tabla, en la Universidad del Magdalena, para poder entrenar.

Este es otro de esos resultados logrados con las uñas, pues la Liga del Magdalena está sin reconocimiento deportivo y ni el atleta ni el profesor tienen el apoyo suficiente para trabajar.

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