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Polémica en Nueva York por celebración de maratón tras Huracán Sandy

El alcalde Michael Bloomberg defendió el viernes la celebración del maratón de Nueva York el domingo a pesar del devastador ciclón Sandy, decisión que desató una dura polémica ya que cientos de miles de habitantes de la ciudad siguen privados de luz, calefacción y agua.

Bajo una fuerte presión, Bloomberg hizo valer que su antecesor Rudy Giuliani había hecho lo mismo tras los atentados del 11 se septiembre de 2001. "Si recuerdan el 11-S, creo que Rudy tomó la decisión correcta de organizar el maratón. Hay que avanzar y hacer cosas. Se puede lamentar, llorar y reír todo al mismo tiempo", afirmó. "Rudy tenía razón. Creo que tenemos que encontrar medios de manifestarnos y demostrar solidaridad", agregó Bloomberg, destacando que los organizadores anunciaron la donación para los damnificados de al menos un millón de dólares. La presidenta del comité organizador de la carrera, Mary Wittenberg, aseguró que el maratón "encarna el espíritu de la ciudad de Nueva York, su vitalidad, su tenacidad". Según los organizadores, el maratón aporta unos 340 millones de dólares a la ciudad. Unas 45.000 personas de todo el mundo, que a menudo reservaron y pagaron por adelantado para participar, se lanzarán a correr el domingo desde el puente Verrazzano, que une Staten Island y Brooklyn, justamente dos de los distritos más afectados por Sandy. Para muchos representantes locales, la carrera debe ser postergado o lisa y llanamente anulada. Cristine Quinn, presidenta del concejo deliberante de Nueva York, dijo que de ser por ella no hubiese avanzado con la celebración del maratón y que había que continuar centrándose en los esfuerzos para ayudar a los damnificados. "A aquellos que quieran correr le pedimos que vengan a Coney Island (Brooklyn) y corran entregando agua y alimento en la parte alta de los residenciales inmuebles", aseguró de su lado el consejero municipal demócrata Domenic Recchia. "¿Cuáles son las prioridades? Hay gente muerta, familias que ya no tienen casa, ¿y la ciudad se preocupa del maratón?", se preguntó también el republicano Michael Grimm, electo por Nueva York al Congreso estadounidense. La reacción de James Oddo, un consejero municipal de Staten Island, uno de los distritos más afectados por Sandy, fue aún más dura. "Si desvían un solo socorrista o un solo policía por el maratón, voy a poner el grito en el cielo. La gente acá se quedó sin casa y sin esperanzas", dijo. Scott Stringer, el presidente del distrito de Manhattan (1,6 millones de habitantes), donde la mitad de los hogares estaban sin electricidad desde el lunes por la noche, sumó su voz el viernes para protestar. "Nueva York acaba de vivir una tragedia histórica", declaró en un comunicado pidiendo la postergación del maratón. El diario popular New York Post publicó de su lado un fuerte editorial el viernes estimando que los generadores de electricidad instalados en Central Park, donde termina el maratón, podrían llevar luz a 400 casas en zonas siniestradas. "Vergüenza a Bloomberg", escribía por otra parte un lector en el sitio del New York Times, denunciando "una afrenta a los neoyorquinos afectados por el huracán Sandy".
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