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Messi se exhibe para derrumbar por vez primera el muro de Buffon

El argentino jugó un excelente partido en el arranque de la fase de grupos de Champions.

Tres partidos y medio, 315 minutos y mucha paciencia después, Leo Messi logró una de las pocas cosas que le faltaban para conseguir: marcarle dos goles al guardameta del Juventus Gianluigi Buffon en la enésima exhibición de fútbol total del argentino. Barcelona goleó 3-0 a la Juventus con doblete de Messi en la Champions

La leyenda italiana ya podrá explicarle a su hijo, admirador confeso del 'diez' azulgrana, lo que es recibir un tanto del jugador rosarino, que lideró a su equipo para acabar con la telaraña (3-0) planteada por el técnico del Juventus, Massimiliano Allegri.

Messi pudo sacarse una espina que le acompañaba desde la final de la 'Champions' de 2015. Su equipo ganaba en Berlín la quinta 'orejona' derrotando al equipo turinés (3-1), pero se quedaba sin marcar, algo que no había ocurrido en las finales del 2009 y el 2011.

Juventus y Barcelona volvieron a coincidir en la máxima competición europea el pasado curso. Fue en los cuartos de final y el campeón italiano ahogó al entonces tridente azulgrana con un fútbol efectivo y un resultado incontestable: 3-0 en el global de la eliminatoria. (Lea también:Messi firmará su renovación "en breve", insiste el Barcelona)

Ni Neymar da Silva, ni Luis Suárez vieron portería. Tampoco Messi, que maniatado por el embudo de Allegri, veía como su equipo quedaba eliminado en cuartos de final por segundo año consecutivo.

Y a la cuarta fue la vencida. Sin Neymar, y con Dembélé, el rosarino se echó por enésima vez el equipo a la espalda y lideró un triunfo sólido ante el vigente subcampeón de la Champions.

Y eso que en los primeros 45 minutos parecía que el Juventus tenía controlado no solo al Barça sino también a Leo, que en estático, bajaba a recibir el balón en la zona ancha, lejos de la portería, sin poder conectar con Suárez y Dembélé.

Pero el 'diez' se enchufó a pocos minutos para el final del primer tiempo. Fue en una transición rápida, casi un contraataque. Recibió en la zona ancha, condujo el balón hasta la frontal del área, trazó una pared con Suárez y, de cara a portería, engañó a Buffon con un disparo suave que pasó por debajo de las piernas de Benatia.

Respiraba aliviado su equipo que, con el gol, creció todavía más tras la reanudación. Y cómo no, Messi volvió a dar la cara. Primero, con un zurdazo que a punto estuvo de convertirse en el segundo tanto. El poste y Buffon salvaron esta vez al Juventus.

Parecía que el argentino olía sangre. Más aún cuando vio la tarjeta amarilla por protestar una falta del equipo turinés. Messi, enrabietado, ocupó el carril derecho ocupado entonces por Dembelé, trazó una cabalgada rapidísima, centró y en el rechace de la defensa italiana Rakitic anotó el segundo (min.56).

La gran noche de Messi no terminó ahí y cerró un resultado incontestable con un zurdazo desde la frontal del área que esta vez sí besó la red de la portería defendida por Buffon.

Dos tantos en tres disparos, el que no entró tocó lo rechazó el poste. Una exhibición, otra más incontestable, que demuestra el buen arranque del argentino este curso 2017-18.

Tras la impoluta actuación Messi lleva ya ocho tantos, cinco en la Liga, dos en la Liga de Campeones y otro más en la Supercopa de España.

Respira Valverde y respira el Barcelona que, tras el naufragio de la Supercopa, su equipo no encaja goles y se empieza a pasar página del traumático adiós de Neymar.

Messi, mientras, empieza a sonreír. Hoy lo hizo por partida doble. Su equipo ganó y pudo recibir la felicitación de Buffon, que al fin podrá decirle a su hijo que él también recibió un gol de Leo Messi. 

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