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Pena de muerte para "barras bravas" en Egipto

Al menos 22 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en los enfrentamientos en Puerto Saíd desencadenados después de que 21 personas fueran condenadas a la pena capital por los actos violentos que dejaron 74 muertos hace un año en un estadio de fútbol de esta ciudad del noreste de Egipto.

Estos enfrentamientos se produjeron un día después del segundo aniversario de la "revolución" que depuso al entonces presidente Hosni Mubarak y cuya celebración estuvo marcada también por la violencia entre manifestantes y policías que dejó nueve muertos y 530 heridos, según fuentes médicas. Este sábado, 22 personas, entre ellas dos policías, murieron y más de 200 resultaron heridas en Puerto Saíd, según el ministerio de Sanidad. Las muertes se produjeron en los enfrentamientos que se produjeron después de que allegados de los condenados a muerte intentaran invadir la prisión en la que se encontraban estos últimos. Varias personas dispararon contra la policía que respondió con el lanzamiento de gases lacrimógenos, según testigos. Dos comisarías de policía fueron asaltadas y se escuchaban numerosos disparos, indicó un corresponsal de la AFP en el lugar. Hay "choques violentos y sangrientos" en Puerto Saíd, donde la prisión y el tribunal eran objeto de disparos con armas automáticas, indicó el ministerio del Interior. Un general del ejército anunció el despliegue de los militares en la ciudad para "restablecer la calma" y proteger las instalaciones públicas, según la agencia Mena. En El Cairo, los familiares de las víctimas que se encontraban en la sala de audiencia recibieron el veredicto con gritos de júbilo. Un hombre que perdió a su hijo lloraba de alegría. "Estoy satisfecho con el veredicto", dijo a la AFP. El próximo 9 de marzo, el presidente del tribunal dará a conocer la sentencia que afecta a los otros 52 acusados, entre ellos nueve policías, juzgados desde el mes de abril por su presunta responsabilidad en estos actos. En febrero de 2012, 74 personas murieron en Puerto Saíd después de un partido de fútbol entre el gran club cairota Al Ahly y un equipo local, Al Masry. Esta tragedia, la mayor del fútbol egipcio, se produjo en el estadio de Puerto Saíd, después de que Al Ahly sufriera su primera derrota de la temporada frente a Al Masry (3-1).Cientos de seguidores de Al Masry invadieron el campo y lanzaron piedras y botellas contra los de Al Ahly. Los acusados negaron los cargos de asesinato intencionado y tenencia ilegal de armas que pesaban sobre ellos. Los "ultras" del Al-Ahly, hinchas que aseguran que la mayoría de las víctimas procedían de sus filas, amenazaron a las autoridades con provocar el "caos" si el veredicto no era severo. Los "ultras" son conocidos por su apoyo activo a la revuelta popular que, a principios de 2011, provocó la caída del entonces presidente Hosni Mubarak. Oposición amenaza con boicotear elecciones presidenciales Después de los enfrentamientos mortales que se produjeron el viernes durante la celebración del segundo aniversario de la "revolución", el ejército desplegó a hombres y tanques ligeros para proteger los edificios de la policía y de la gobernación en Suez, donde ocho personas murieron. El canal de Suez, vía estratégica de agua que une el mar Mediterráneo y el mar Rojo, no se vio afectado por estos enfrentamientos, indicó el organismo encargado de este importante eje del tráfico marítimo mundial. Un portavoz de la Autoridad del canal de Suez declaró a la AFP que "el canal no está afectado" por estos acontecimientos y añadió que 44 navíos lo atravesaron este sábado a mediodía. En otros lugares del país, especialmente en los alrededores de la plaza Tahrir de El Cairo y en Alejandría (norte), también se produjeron manifestaciones y enfrentamientos durante la celebración del segundo aniversario. En Ismailiya (nordeste), los manifestantes incendiaron la sede local del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), la formación política de los Hermanos Musulmanes, e invadieron la sede de la gobernación. La oposición egipcia amenazó este sábado con boicotear las próximas elecciones legislativas si los islamistas en el poder no aplican una "solución global" a la crisis que sufre el país, sobre todo la formación de un gobierno de "salvación nacional". En un comunicado, el Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición opositora, también atribuye al presidente Mohamed Mursi "toda la responsabilidad de la fuerza excesiva empleada por los servicios de seguridad contra los manifestantes". Por su parte, Mursi, llamó a sus compatriotas a "rechazar la violencia" y prometió que los responsables de estos enfrentamientos mortales serían "llevados ante la justicia", en mensajes publicados durante la noche en sus cuentas de Twitter y Facebook. La ira de los manifestantes está dirigida contra Mursi y los Hermanos Musulmanes, formación de la que salió el presidente, a los que acusan de haber fallado a la "revolución" que les permitió acceder al poder por primera vez a través de unas elecciones presidenciales democráticas.
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