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Bartomeu asume la presidencia del Barcelona con retos pendientes

Para 2021, cuando finalice su mandato, Bartomeu aspira a alcanzar los 1.000 millones de euros de beneficios.

El ganador de las elecciones del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, asumió la presidencia del club catalán durante seis años donde deberá afrontar varios retos pendientes de la entidad, tanto deportivos como económicos e institucionales.

Presidente desde enero de 2014 por la renuncia de su predecesor, Sandro Rosell, Bartomeu, de 52 años, consiguió el 54,63% de los votos emitidos en las elecciones del sábado contra el 33,03% de su principal rival, el expresidente Joan Laporta (2003-2010).

"Me hace una profunda ilusión empezar una nueva etapa", afirmó Bartomeu, tras asumir la presidencia azulgrana, asegurando que es "un proyecto ambicioso, un proyecto de un club que quiere ser el número uno".

La consecución de la Liga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones esta última temporada fue el principal estímulo para la victoria de Bartomeu, muy discutido meses atrás, que aun así fue muy criticado por sus oponentes durante la campaña electoral por algunos aspectos de su gestión que ahora deberá resolver.

Probablemente el más importante será la resolución judicial del caso Neymar, que podría terminar con el propio Bartomeu condenado. Junto con Rosell, el presidente del Barça será juzgado por presuntamente haber escondido parte del coste del fichaje del brasileño para pagar menos impuestos.

La nueva directiva deberá lidiar también con el reimpulso al centro de formación azulgrana, la conocida como Masia, que se encuentra en horas bajas después de la sanción de la FIFA por incumplir la normativa de fichajes de menores, y especialmente el polémico patrocinio de Qatar Airways.

- Buena salud económica -

A pesar de generar alrededor de 30 millones por temporada, el logo de esta aerolínea árabe en la camiseta del Barcelona, antes dedicada a Unicef, genera discrepancias en parte de la afición, debido a los supuestos lazos entre Qatar y organizaciones islamistas.

Durante mucho tiempo, Bartomeu defendió este patrocinio pero, en la recta final de la campaña, cedió a las presiones y anunció un posible nuevo patrocinador asiático, cuya identidad no quiso desvelar.

Todo ello manteniendo los que fueron los puntos fuertes de su corto mandato: el éxito deportivo de la última temporada y la buena salud económica del club, que alcanzó un beneficio récord de 600 millones de euros.

Para 2021, cuando finalice su mandato, Bartomeu aspira a alcanzar los 1.000 millones de euros de beneficios y dejar terminado uno de sus proyectos estrellas, la remodelación del estadio Camp Nou y sus alrededores.

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