Cargando contenido

Blatter: "Boateng no debió irse del campo por los gritos racistas"

El presidente de la FIFA Joseph Blatter señaló este domingo que considera que Kevin-Prince Boateng, jugador del Milan que abandonó un partido el jueves por sufrir gritos racistas, se equivocó en el gesto, pero reiteró que apoya la lucha contra los fanáticos en el fútbol.

Boateng, alemán de origen ghanés, abandonó el campo el pasado jueves en el minuto 26 de un partido amistoso de su equipo contra el Pro Patria, de cuarta categoría. Sus compañeros del Milan secundaron el gesto y también se retiraron de la cancha. "¿Retirarse? No, no creo que esa sea la solución", señaló Blatter este domingo al diario The National. "No creo que uno deba abandonar (la cancha). Este tema es muy delicado, pero repito que que hay tolerancia cero al racismo en los estadios. Luchamos contra esto", añadió el presidente de la FIFA. "La única solución es ser muy duros con las sanciones, que deben ser una reducción de puntos o algo similar", añadió el dirigente suizo. Tanto la FIFA como la UEFA han advertido a los jugadores de que no se deben ir del campo en señal de protesta cuando se produzcan episodios de este tipo. El Milan, por su parte, publicó un comunicado en el que reitera su lucha contra el racismo. "AC Milan reitera su firme postura contra el racismo, en cualquier forma o modo, y hace un llamamiento a los organismos deportivos nacionales e internacionales para tomar las medidas necesarias y eficaces para erradicarlo", señaló el club italiano. La salida de Boateng del campo el pasado jueves ha provocado opiniones tanto favorables como contrarias al gesto. Su excompañero en el Milan Clarence Seedorf declaró que la decisión de abandonar el campo "da poder" a las minorías racistas. El caso de Boateng ha reactivado un problema que tienen muchos clubes europeos, incapaces de controlar a los racistas que acuden a los estadios. En el partido Lazio-Cagliari (victoria del equipo romano por 2-1) del sábado, el colombiano Víctor Ibarbo fue objeto de gritos racistas y especialmente de la imitación de sonidos de mono, publicó la prensa italiana, después de que en las redes sociales se hicieron eco ya de la polémica desde la misma noche del partido. A pesar de que la mayoría de la afición reprobó los gritos de los racistas, el director general del Cagliari, Francesco Marroccu, informó al cuarto árbitro de los insultos que sufrió Ibarbo. El árbitro paró el juego unos instantes y habló con los dos capitanes de los equipos. Además, ordenó que se anunciara por megafonía la posibilidad de que se suspendiera el juego si continuaban los gritos racistas. Claudio Lotito, presidente del Lazio, defendió a su club, cuya afición es calificada habitualmente de racista. "El Lazio siempre es acusado de ser un club racista y eso no es verdad. Tenemos varios jugadores negros en nuestro equipo", dijo Lotito a Sky Italia. "Sin embargo, no podemos controlar las acciones de aficionados individuales. No podemos poner un policía por cada aficionado cuando hay 30.000 en el estadio", explicó, añadiendo que "trabaja duro" para evitar estos comportamientos.
En esta nota