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El Balón de Oro, un trofeo cincelado por la 'orfebrería de las reinas'

El trofeo del Balón de Oro, que premia cada año al mejor futbolista del curso, espera vencedor en el corazón del barrio de la joyería de lujo, la Place Vendome de París, en la tienda Mellerio, conocido como la 'orfebrería de las reinas'.

La prestigiosa esfera de oro, sujetada por una base de pirita, mineral de sulfuro de hierro conocido antiguamente como el 'oro de los locos', será completada con el nombre del mejor futbolista del curso 2012, que se conocerá a comienzos de enero. Este año, los tres futbolistas finalistas del Balón de Oro que otorga la Federación Internacional de Futbol (FIFA) son el argentino Lionel Messi, el español Andrés Iniesta, ambos jugadores del Barcelona, y el portugués Cristiano Ronaldo, que milita en el Real Madrid. Ya hay tres placas cinceladas con sus nombres a la espera de conocer el vencedor. "No voy a decir que está al nivel de los Oscar (premios que se otorgan en Estados Unidos a las mejores películas y actores del año), pero no está lejos", bromeó a finales de noviembre el presidente de la FIFA Joseph Blatter. "Estamos muy contentos de formar parte de este evento tan prestigioso", señaló sin extenderse François Mellerio, jefe, junto con su hermano Olivier, de la célebre joyería, fundada en 1613 y que fabrica otros importantes trofeos deportivos como la Copa de los Mosqueteros (que premia al vencedor del torneo de tenis de Grand Slam de Roland Garros). El Balón de Oro de la FIFA se creó en 2010 y nació como una mezcla de los dos grandes trofeos individuales existentes hasta entonces: el Balón de Oro y el Fifa World Player. El primero premiaba desde 1956 al mejor jugador europeo y era elegido por los periodistas deportivos franceses. El otro premio era el FIFA World Player, que se comenzó a otorgar en 1991 por los entrenadores y los capitanes de las selecciones nacionales. Finalmente ambas elecciones se fundieron en una desde 2010. Desde el nacimiento de la joyería Mellerio, una de las más antiguas de Europa, catorce generaciones han transmitido el conocimiento de padres a hijos. El primer establecimiento de la casa fundada en 1613 se instaló en la Rue de la Paix en 1815. A pesar de la fama alcanzada en los últimos años por haberse especializado en copas deportivas, Mellerio es conocida durante siglos por las diademas que hace para la realeza. Entre sus clientes destacaron las familias reales e imperiales de Francia, Europa, Rusia, América Latina y Extremo Oriente. Fue María Atonieta (archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y Navarra) la primera cliente de la realeza de Mellerio. El joyero diseñó para ella un brazalete con siete camafeos y rubíes. Entregado por la reina a uno de sus hombres de confianza, ha vivido una larga historia; con revoluciones, guerras y transmitida de generación en generación. Actualmente se guarda en un cofre y sólo algunos privilegiados conocen el secreto.
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