Millonarios, ‘El Ballet Azul’ y ‘El Dorado’

Nadie se imaginó en aquella época, que de la mano de su presidente Alfonso Senior Quevedo, el club bogotano se convertiría en ‘El mejor equipo del mundo’, como lo apodó la prensa internacional.

A inicios de los años cincuenta, Millonarios fue la referencia del fútbol lírico hecho con finos trazos que se pasearon por Colombia y el mundo; ‘El Ballet Azul’, como los llamaban por manejar el balón de manera sinfónica y elegante, dio inicio a una de las épocas más hermosas del fútbol local: ‘El Dorado’ (1949-1953).

Los forajidos del fútbol sudamericano
Teniendo en cuenta que Millonarios era el equipo con más poder económico en Colombia, su presidente aprovechó una huelga general de futbolistas argentinos que protestaban por sus derechos en aquellos días y fichó a estrellas del momento de la ‘Maquina’ de River Plate como Adolfo Pedernera, Néstor Raúl Rossi y un joven de nombre Alfredo Di Stéfano. Ellos tres encontraron la comodidad que no tenían en su país e iniciaron la 'era dorada'.

Posteriormente, cada vez los forajidos eran más y más, no solo en Millonarios; clubes como Santa Fe, Junior, Cali, Medellín, Cúcuta y el Atlético Municipal (hoy Nacional) siguieron el ejemplo del equipo ‘albiazul’.

Sin embargo, nadie armó un conjunto de tantas estrellas como aquel Millonarios, que a la postre ganó todo lo que quiso en esos años y fue invitado a varias giras por el mundo siendo el primer embajador del balompié ‘cafetero’.

La batuta era ‘El Mago’ Pedernera
Don Adolfo Pedernera, ya en aquel entonces con gran trayectoria en la Selección de Argentina y la ‘Maquina’ de River Plate, llegó a Millonarios a manejar los hilos del equipo en lo futbolístico y ayudó a convencer a otros jugadores de arribar a Bogotá.

‘El Mago’ era considerado mejor que Di Stéfano y fue el impulsor de aquel Millonarios catalogado como el ‘mejor equipo del mundo’. Toque corto, visión de juego, fino remate y gran temperamento, su talento enloqueció en cada estadio de Colombia.

Antonio ‘El Maestrico’ Baez, llamado así porque para él solo había un ‘Maestro’ y era Pedernera, fue la mano derecha de este en la gestación de fútbol de la escuadra capitalina; ‘El Pipo’ Rossi, por otro lado, era el ‘primer pase’, el mediocentro del momento que ayudaba a generar y defender. Por último, ‘La Saeta Rubia’, como nombraron a Di Stéfano, fue el goleador, generador, asistente y gran figura de dicho conjunto que le dio reconocimiento a la liga colombiana.

El equipo de gala lo encabezaba el ya mencionado Adolfo Pedernera, Alfredo Di Stéfano, Néstor Raúl Rossi, Ismael Soria, Alcides Aguilera, Hugo Reyes, Raúl Pini, Julio César ‘Paragua’ Ramírez, Antonio Baez y el gran ‘Arquero del Siglo’ Julio Cozzi, además del único colombiano en la titular y capitán del onceno, Francisco ‘Cobo’ Zuluaga (Gabriel Ochoa Uribe era el arquero suplente de Cozzi). El técnico, Carlos ‘Cacho’ Aldabe, inició el camino de triunfos ‘Embajadores’ en 1949, pero después el propio Pedernera lo reemplazo siendo jugador y estratega al mismo tiempo.

Lo que consiguió el ‘Ballet Azul’

- Palmarés nacional: cuatro Ligas (1949, 1951, 1952, 1953). Subcampeón 1950. Una Copa Colombia (1952-1953).
- Palmarés internacional (títulos no oficializados por la FIFA): Pequeña Copa del Mundo de Clubes 1953, Subcampeón Pequeña Copa del Mundo de Clubes 1952.
- Trofeos amistosos: Trofeo Bodas de Oro del Real Madrid 1952 (2-4 derrotó al cuadro ‘merengue’ en condición de visitante).

Epílogo de la era de ‘El Dorado’
La FIFA, encabezada en su momento por el presidente Jules Rimet, tildó a Colombia de tener una 'liga pirata', por ello expulsó al país de todo torneo oficial organizado por el ente. Sin embargo, el llamado 'Pacto de Lima' en 1951 facilitó el retorno colombiano al balompié mundial dejando como condición la salida de todos los jugadores extranjeros ilegales a sus respectivos países en 1954.

Asimismo, el traspaso de Alfredo Di Stéfano de Millonarios al Real Madrid de España en 1953 dio por terminada la gran época del histórico 'Ballet Azul' y aquel ‘Dorado’ del fútbol ‘cafetero’.