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La llama olímpica comienza a recorrer las calles de Londres

Londres festejaba su fiebre olímpica, con el inicio de un periplo de siete días de la llama olímpica por los 33 distritos de la capital británica, en un día soleado y con un festival de música gratuito junto al río Támesis, tras semanas de lluvia y problemas.

"Basta de lamentos", dijo el alcalde de Londres, Boris Johnson, que el viernes estuvo en el recibimiento, vía helicóptero, de la llama en la Torre de Londres, donde pasó la noche junto a las 4.700 medallas olímpicas. "¿Somos del tipo de personas que se frenan por la lluvia?", preguntó Johnson a la multitud. "¡Nooooo!", gritaron a coro los espectadores del acto, entusiasmados, mientras un soldado llevaba la llama. Diez millones de personas han desafiado a la lluvia y el frío desde el 19 de mayo, para ver desfilar la llama a través del Reino Unido, en un recorrido de 12.800 kilómetros. Las críticas no se han hecho esperar, especialmente en lo referente a los problemas con el dispositivo de seguridad de los Juegos, en el que el gobierno ha tenido que movilizar a última hora a 3.500 soldados para paliar los incumplimientos de la empresa privada que se había contratado. Pero la llegada de la llama a la capital marca el inicio de las celebraciones. Seis escenarios gigantes fueron instalados a lo largo del Támesis para acoger conciertos gratuitos de músicos de todos los continentes. Una réplica inflable gigante de los célebres megalitos de Stonehenge también aparece en el paisaje urbano de la ciudad. Las fiestas privadas que han organizado con motivo de los Juegos harían palidecer a la exclusiva Costa Azul francesa, según el diario The Times. Entre ellas, la "fiesta de Brad y Angie", el miércoles en el Museo Victoria y Albert, donde los actores estadounidenses Brad Pitt y Angelina Jolie estarán presentes para recaudar fondos para la asociación por la paz (Sports for Peace). El exboxeador Mohamed Ali es uno de los invitados de honor y, según el periódico, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina también estarán en ella. Los antiguos muelles de Londres se van a transformar durante los Juegos en un puerto también de lujo, con 18 yates anclados y convirtiéndose en otros de los lugares donde disfrutar de la fiesta. Los principales patrocinadores han previsto organizar "parties" (fiestas) con glamour, algunos más que otras, como la de Lakshmi Mittal, el rey del acero y mecenas del Orbit del artista Anish Kapoor, una construcción de acero que llama la atención en el recinto olímpico. Para algunos, el ambiente festivo comenzará con el anochecer: el Ramadán coincide este año con los Juegos Olímpicos, lo que hace más difícil la tarea para los 3.000 atletas musulmanes que participan en los Juegos. El Ramadán impone una jornada de ayuno particularmente larga en julio, con casi 18 horas sin beber ni comer. El islam prevé excepciones y numerosos deportistas han preferido trasladar sus días de ayuno a después de los Juegos, como Maher Abu Remeleh, que representa a Palestina en judo. "He consultado con las autoridades religiosas, que han recomendado que me abstenga de ayunar. Lo compensaré a mi regreso", explicó al Times. La gimnasta rumana Nadia Comaneci, primera en conseguir un 10 sobre 10 en los Juegos Olímpicos de Montreal-1976 con apenas 14 años, y el exbasquetbolista John Amaechi figuran entre las estrellas que tendrán el honor de llevar la antorcha este sábado. La llama inició su periplo en un lugar simbólico, en el meridiano de Greenwich, en la orilla sur del Támesis. El futbolista de origen congoleño Fabrice Muamba, que atrajo la atención del mundo en marzo al sufrir una parada cardíaca de 78 minutos, en pleno partido, fue uno de los elegidos para llevar la llama este sábado, en su caso en el barrio de Waltham Forest, donde pasó su infancia. Dos millones de londinenses deberían aclamar a los 982 portadores de la antorcha durante el periplo final de siete días. Scotland Yard movilizó a no menos de 70 policías para relevarse alrededor de la preciada llama, hasta su llegada al estadio Olímpico el viernes 27.
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