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Colombia tuvo problemas para controlar a Japón en el primer tiempo.
Colombia tuvo problemas para controlar a Japón en el primer tiempo.
Foto cortesía FCF

Todo tiempo pasado... fue anterior

Los mismos errores del pasado, los fantasmas y el mal juego revivieron ante Japón.

La Selección Colombia continúa involucionando y todavía es difícil ver si logrará salir del bache en que José Pékerman la dejó hundida. Ante Japón, Carlos Queiroz no exhibió demasiadas variantes y el compromiso en Yokohama pareció un retrato feo de los últimos siete años. 

El mismo dibujo táctico, la repetición del miedo, igual confusión en el campo y el tradicional folclorismo de los relatores nacionales hicieron ver el choque contra los nipones como un ‘deja vu’, en donde las equivocaciones se reflejaron en el mal desempeño colectivo, pero no en la fortuna del marcador favor. 

Otra vez los autoengaños por un triunfo ínfimo ante un rival menor, sin jerarquía, inocente y con un penal inexistente encendieron los motores de los carros de bomberos que suelen ser protagonistas en estas ocasiones. 

La convocatoria arrojó, nuevamente, a jugadores en baja forma como Déiver Machado; también se calcó el módulo timorato y la estrategia mezquina de los dos volantes de marca sin juego ni salida; no se evidenció alguna revolución en ataque y los vientos de renovación solo tuvieron espacio en una etérea brisa de diez minutos. 

Como en el ciclo anterior, se sacrificó a Luis Fernando Muriel y a Duván Zapata para hacer el trabajo sucio de las bandas por tener en su zona de confort a Falcao.  

Ya se sabe qué clase de jugador es el ‘Tigre’, es mundialmente conocido su poder goleador y en para nadie es sorpresa que sea la principal carta en ataque. ¿Por qué, entonces, no se usan estos partidos para ubicar a los delanteros en su puesto natural? 

Tal como se vio en el ciclo anterior, Mateus Uribe regresó al banco de suplentes, tampoco convence, de momento, que es el mejor volante mixto de Colombia y, al igual que en el Mundial, tuvo que esperar para poder entrar a darle fútbol a un equipo sin ideas y confuso. 

Se anhela un cambio, un salto de calidad, que ojalá Queiroz pueda brindar. Sin embargo, el arranque de su proceso todavía está en el mismo bucle que adormeció a esta generación. 

La mejor síntesis del primer partido de 2019 para Colombia podría ser aquella famosa paráfrasis de los argentinos Les Luthiers, "Cualquier tiempo pasado... fue anterior”, que podrá parecer una perogrullada, pero describe con exactitud que aquí todo sigue igual y no ha cambiado nada. 

Fuente
Antena 2
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Selección Colombia

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