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Atentados en eventos deportivos

El 5 de 1972, en Múnich, Alemania, un comando del grupo terrorista terrorista palestino denominado Septiembre Negro asaltó en la Villa Olímpica a nueve durante los Juegos Olímpicos celebrados en ese país. Ingresó con fusiles AK-47 y granadas escondidos en bolsas de deporte,

y asesinaron a dos miembros del equipo israelí y tomaron como a otros nueve como rehenes. Dos días después, en un rescate fallido por la policía, los nueve rehenes fueron asesinados y fallecieron cinco terroristas, un policía y el piloto de helicóptero que el comando pretendía usar para huir. El 27 de julio de 1996, en Atlanta, EU, estalló una bomba en el Parque Centenario de la ciudad en la celebración de los Juegos Olímpicos, donde una mujer murió y 111 personas resultaron heridas. Se responsabilizó a Eric Rudolph como autor del acto terrorista. El 1 de mayo de 2002, en Madrid, España, explota un coche bomba en las proximidades del estadio Santiago Bernabéu, tres horas antes de la semifinal de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Barcelona. El atentado dejó 17 personas heridas y daños materiales considerables. El 8 de mayo de ese mismo año, en Karchai, Pakistán, un atentado suicida en el hotel donde se hospedaba el equipo de críquet de Nueva Zelanda causó la muerte de 14 miembros. También en mayo de ese año en Bagdad, Irak, fueron asesinados el entrenador del equipo de tenis iraquí y dos jugadores de la Copa Davis por un grupo extremista suní, que les atacó por ir vestidos con pantalones cortos. En julio de 2006, en Irán, un grupo armado secuestró a 30 miembros del Comité Olímpico, entre ellos su presidente, Ahmed al Samarrai, quien hasta la fecha, se encuentra desaparecido. El 6 de abril de 2008, en Sri Lanka, ubicado al sureste de India, la explosión de una bomba de la guerrilla tamil provoca la muerte de catorce personas, entre ellas el ministro de Carreteras y Desarrollo Viario de ese país, Jeyaraj Fernandopulle, y 90 resultan heridas. El 3 de marzo de 2009 en Lahore, Pakistán, un grupo terrorista armado con fusiles, granadas de mano y lanzacohetes, atacó el convoy de la selección de críquet de Sri Lanka, cuando se dirigía a un partido con la selección local. Siete personas fallecieron, en su mayoría policías, que escoltaban al equipo, y seis jugadores de Sri Lanka resultaron heridos. El 1 de enero de 2010, en Pakistán, un suicida hizo estallar el explosivo que portaba en su vehículo durante un partido de voleibol, dejando 90 muertos. El 8 de enero de ese mismo año, el autobús de la selección de fútbol de Togo fue ametrallado por rebeldes del enclave angoleño de Cabinda, una de las provincias de Angola, cuando acudía a participar en la Copa África de Naciones (CAN) de fútbol. Resultaron muertos un entrenador asistente y el jefe de prensa de la selección togolesa. el 14 de mayo también de 2010, en Tel Afar, ubicado al norte de Irak, un terrorista ingresó a un campo de fútbol con un coche bomba y provocó la muerte de al menos 25 personas y más de 100 personas personas resultaron heridas. El 13 de marzo de 2013, en Iman Sahib, al norte de Afganistán, siete personas fallecieron y seis sufren heridas a consecuencia de un atentado suicida durante un partido de buzkuchi (un deporte similar al polo, pero los jinetes juegan con una cabeza de cabra en vez de una pelota).
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