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Lo fundamental en el toreo: La quietud

Eso lo hizo de manera natural el novillero antioqueño David Alzate en la novillada de feria en Medellín, quedarse quieto, más quieto que una vela, para cumplir la máxima del toreo que el que se debe mover es el toro y no el torero. Buen encierro de Achury Viejo, con indulto de “Madrileño”, lidiado en quinto lugar.

La plaza de La Macarena de Medellín, registró una muy buena entrada en tratándose de la novillada de feria, con media plaza en los tendidos y una tarde de verano. Se lidiaron novillos toros de la ganadería tolimense de Achury viejo, bien presentados y de buen juego, destacándose los lidiados en primero, tercero y quinto lugar. Por tratarse de novillada uno se expresa de novillos, pero fue tal su seriedad y presentación que se podría hablar de toros serios, con presencia. “Madrileño”, fue un muy buen novillo, el que prácticamente se indultó solo, pues por la falta de recursos y experiencia del novillero faltaron momentos para verlo y mostrarlo en todo su dimensión. Una grata revelación del festejo, fue la presentación de David Alzate, novillero de 20 años de la ciudad de Medellín, quien debutó con picadores y demostró valor y personalidad en lo que hace. Luís Miguel Castrillón aprovechó al buen primero, novillo con clase, movilidad, bravura y muy encastado. Luís Miguel Castrillón, una oreja y silencio Santiago Sánchez Mejía, tres avisos y una oreja David Alzate, vuelta al ruedo y palmas. El novillero Sánchez Mejía devolvió la oreja que le concedió el palco presidencial, en rechazo a lo premiado, pues el toro fue indultado y a él solo le dieron una oreja, lo que consideró poco.
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